Desde hace 15 años, un grupo de profesionales titulados de las carreras del área de la Ingeniería Eléctrica de la Universidad de La Frontera (UFRO), retribuye la posibilidad que tuvieron de cursar estudios superiores, entregando un estímulo económico a sus futuros colegas.
Bajo el título de Beca Solidaria Eléctrica, el 2004 se instaura este beneficio para estudiantes que presentan buen rendimiento académico y situación económica meritoria, los cuales son preseleccionados por la Dirección de Desarrollo Estudiantil de esta Casa de Estudios. Luego, representantes de los donatarios, entrevistan a esos estudiantes y definen a los beneficiados.
Ese ha sido el protocolo que por 15 años ha seguido un grupo de profesionales UFRO para materializar este buen ejemplo de solidaridad y responsabilidad social, acción que desde esta institución ansían se replique en todas sus carreras.
“La posibilidad de proyectar esta idea, que nace justamente de profesionales y de egresados del área eléctrica, es algo que nos gustaría implementar con el Círculo de Titulados, porque este tipo de vinculación con la Universidad va más allá del hecho de generar este apoyo económico que hoy día beneficia a nuestros estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil Eléctrica”, señaló el Director de Desarrollo Estudiantil de la UFRO, Dr. Alex Seguel.
En esta XV versión, tres fueron los estudiantes seleccionados para recibir esta beca, jóvenes que cursan la carrera de Ingeniería Civil Eléctrica: Andrés Almonacid Paredes, Fernando Martínez Navarro y Armando Nahuelpi Canío.
Este último, en representación de sus compañeros, fue el encargado de dar unas palabras en la ceremonia de entrega de esta beca, espacio en el que además de agradecer el apoyo de los donatarios y el de sus familias para poder cursar estudios superiores, no dudó en decir que “hoy somos nosotros quienes recibimos este beneficio, pero sé que el día de mañana, si la vida nos permite, seremos los que podamos aportar nuestro grano de arena para esta noble causa… incentivo económico que para nosotros significa mucho, porque vemos reflejado el esfuerzo, la constancia y perseverancia que hemos tenido hasta el día de hoy”.
Orgulloso por los 15 años ininterrumpidos de este gesto de solidaridad, se muestra Alier Manríquez, uno de sus principales impulsores. ”Para nosotros, como donatarios, hace 15 años atrás la entrega de esta beca era un sueño y hoy es una realidad, pero créanme, nuestra mayor satisfacción es la posibilidad de seguir conociendo estas historias de vida, porque aunque pasen los años, aumente la tecnología y cambien las cosas, todavía nos encontramos con familias y niños que tienen excelentes posibilidades de estudiar pero no siempre tienen los medios y algunos siguen esperando una mano de ayuda”.
Rememorando estos 15 años, Alier Manríquez no duda en destacar también que en todo este tiempo, no todo ha sido fácil; sin embargo, la experiencia ha sido más que gratificante. “Nos han pasado varias cosas, han cambiado las caras de quienes les ha tocado estar en Temuco en representación de los donatarios, no todos han tenido la posibilidad de venir y otros no han continuado y así hemos ido pasando la posta en estos 15 años, beneficiando a 48 estudiantes a la fecha con una pequeña ayuda económica que, por suerte, ha ido creciendo, siendo un poco más que el arancel de matrícula, que es nuestra promesa”.
La celebración de la entrega de una nueva versión de esta beca, reunió a autoridades universitarias, docentes, titulados donatarios, estudiantes beneficiados y a sus familiares, ceremonia en la que se destacó, una vez más, la importancia del compromiso, espíritu de solidaridad y vinculación de los titulados con la institución que los formó como profesionales.
